jueves, 31 de diciembre de 2015

DISFRUTA LA VIDA



Cuantas veces hemos dicho aquello de  -recuerdas cuando tal o cual, que bien lo pasábamos. Nuestro cerebro es selectivo, para no sentir dolor, olvidamos todo lo que de malo tuvo el momento para revivir exclusivamente lo bueno.  Este truco de nuestra memoria nos hace un flaco favor, siempre hay cosas buenas y malas en nuestra vida que tan solo  podemos valorar cuando las comparamos.

Tenemos siempre la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero no tiene que ser necesariamente así.

No fue mejor ni peor simplemente fue aquello que vivimos y gracias a esos momentos, aprendizajes, risas, lágrimas nos hemos convertido en las personas que somos.

Cada uno de nosotros sin todo aquello que le rodeó: familia, amigos, estudios, diversión, problemas... no seríamos tal y como somos en el presente. Todas aquellas cosas rutinarias y cotidianas dejaron huella: como te protegían tus abuelos cuando tus padres se enfadaban y cuantas historias te contaban, la forma en que tus padres te educaban y amaban, las travesuras que hiciste con tus mejores amigos, como te trataban tus profesores y compañeros, la ilusión del primer amor y las lágrimas del desamor, los días de playa, lectura, viajes que te iniciaban a descubrir, el primer día de tu independencia, la sonrisa y llanto de tus hijos... Aunque a veces tuvieras la sensación de que no controlabas tu vida y ella te iba llevando sin poder remediarlo.

Todo aquello nos ha conducido a que afrontemos de manera distinta el presente haciéndonos fuertes o débiles, intrépidos o cobardes, viajeros o sedentarios dependiendo de como disfrutáramos de cada experiencia.

Es por ello que tengo la certeza de que no siempre los tiempos pasados fueron mejores pero si que nos enseñaron que hay que vivir, VIVIR  con mayúsculas, absorber cada instante como si fuera el último, ríe, sueña, baila, canta, lee, estudia, viaja... haz todo aquello que te hace ser feliz, vibrar; aunque no lo consigas no dejes de intentarlo. 

El pasado no lo puedes cambiar, el futuro no sabes que puede tener previsto para ti pero si puedes forjarlo con lo único que tienes:  tu presente. No te importe lo que piensen o digan, no pierdas tu tiempo en habladurías. Vive y disfruta. Hazte el favor de ser feliz.

Solo tú puedes hacer que el 2016 no sea un año en tu vida sino que sea el año de tu vida. A por él.

¡Feliz Año Nuevo!






La música: Louis Arstrong "What a wonderful world"
El cuadro:  Pablo Picasso "Dos mujeres corriendo por la playa"

jueves, 10 de diciembre de 2015

GENTE EXTRAÑA






















Somos gente extraña que disfruta un día de lluvia, chapotea en los charcos, aplaude los relámpagos que iluminan el cielo, busca nubes en el horizonte y se detiene a escuchar el susurro del viento entre los árboles.

Somos gente extraña que madruga para contemplar un amanecer, sueña con auroras boreales, se desliza en los colores de un arco iris y planea en el vuelo de un ave.

Somos gente extraña amiga de sus amigos aunque no los vea o llame, que espera los atardeceres y mira al horizonte, deleitándose en tertulias hasta el amanecer.

Somos gente extraña buscando en cada recodo el mar, hasta en la bañera saltan olas, respirando algas, salitre, brea y libertad.

Somos gente extraña de maratones de cine, visitas a museos, que acude a conciertos, nos gustan los viajes y patear ciudades,  llora sin vergüenza emocionada por lo bello.

Somos gente extraña que no busca disputas, deambulando tranquila su camino, eludiendo trifulcas.

Somos gente extraña asombrándose año tras año de la explosión  vida de la primavera, la exuberancia del verano, los colores del otoño y el letargo productivo del invierno.

Somos gente extraña que nunca pide nada, que disfruta tanto dando, riendo, cantando.

Somos gente extraña que no atesora bienes, prefiere las vivencias y que acumula libros que mañana prestará.

Somos gente extraña que se extasía con el olor a pólvora de un castillo de fuegos artificiales que aplaude como un niño, que le bailan los pies al oír sus canción y que vive las aventuras de cada libro leído.

Somos gente extraña que escucha el silencio brindando a la vida con una copa de vino.

En fin que queréis que os diga, SOMOS GENTE EXTRAÑA


UN CUADRO, MÚSICA Y MIS COSAS

EL CUADRO:  La Alegría de vivir  de Pablo Picasso
LA MÚSICA:   People are strange de The Doors

Todo en Internet



miércoles, 22 de julio de 2015

UNA DE ESPIAS

El último año había sido terrible.  Sus ya mermados ingresos casi habían desaparecido entre tanto número rojo. Su salud se había resentido y su relación se encontraba un tanto tensa por el estrés que ambos soportaban.

Jaime decidió que, aunque fuera endeudándose un poco más, necesitaban un descanso, un cambio de aires... y sin consultar con Marta comenzó a buscar destino.

Anduvo revisando ofertas de viajes, hoteles y al fin dio con él.  Ahí estaba el destino perfecto: una oferta en un hotel en Buçaco (Portugal).
Las fotos que aparecían le transportaron a otro tiempo, algo distinto; además, el enclave era perfecto para su propósito.  Se encontraba en una Mata, una reserva natural, y era zona de balnearios por si les apetecía un poco de hidroterapia.  Portugal siempre resulta un  destino ni excesivamente caro ni excesivamente lejano, pensó para sus adentros, y si eso era poco, el hotel contaba con el reclamo de una leyenda urbana:  Allí se alojaron algún que otro espía de la II Guerra Mundial. Amante como era del cine negro, fue la guinda que coronó el pastel  y le hizo finalmente decidirse.

Quedaba lo peor: ¡convencer a Marta! dispuso una cena en casa, y a los postres, en una caja-joyero, le entregó la reserva del hotel.  Ella , además de sonreír, no pudo negarse.

Con el equipaje en el maletero del coche comenzaron la aventura del viaje. Hacía tiempo que no disfrutaban tanto y cuando llegaron al Hotel no les defraudó, era mejor que en las fotos que habían ojeado. Se sintieron parte de la historia que guardaba celosamente el Hotel y sus paseos entre vegetación y agua. Si tuvieran que elegir un lugar, entre todos los que se le ofrecían, sin duda era el salón de café, una estancia revestida de ricas maderas, biblioteca, cuero en los sillones, cuadros, un gran piano de cola y al fondo: la barra del bar. Al caer la tarde o tras la cena, plácidamente instalados en los grandes sillones de cuero y escuchando las melodías que el pianista interpretaba, Marta y Jaime observaban el deambular de los huéspedes, ataviados para la ocasión, como si se tratara de un acto protocolario, tenían todos ellos un aire distinguido y los había de diversas nacionalidades, se entretenían  inventándose sus vidas, historias más o menos rocambolescas, unas veces licenciosas y otras casi monacales.

A lo largo de los días que allí estuvieron y con rigurosa puntualidad aparecía un hombre de bastante edad, sin poder precisar cuanta por la buena presencia que tenía con su traje oscuro y pajarita siempre al cuello que le daba un aire de altiva distinción.  Se dirigía a un lugar determinado del salón que el resto de huéspedes respetaban como suyo, el camarero siempre sin preguntar le servía un whisky y tras el primer trago permanecía allí durante horas en silencio y con la mirada perdida.

Marta y Jaime intentaron, más de una vez entablar conversación pero, educadamente y en un inglés exquisito, cortó cualquier inicio de acercamiento. Aquel personaje cada día les intrigaba más con su ritual, aspecto impecable y semblante enigmático e impenetrable.

La última noche no pudieron controlar su curiosidad y preguntaron al camarero, con quien habían fomentado cierta complicidad, si sabía quién era aquel caballero.

El camarero tras una sonrisa pícara, como quién espera una recompensa, les contó todo lo que se decía de ÉL en el Hotel.

-"El mister" Ian Smith, decían que había sido miembro del MI6 y frecuentó el Hotel durante los años de la Guerra cuando las intrigas se gestaban en aquellos salones. Fue allí donde conoció a una bella japonesa, O-Cio Iwasaki, que acompañaba a su marido, un capitán de la Marina Japonesa de gesto siempre adusto y mal talante y que se decía formaba parte del temido Kempeitai japonés y al parecer estaba intentando conseguir acuerdos de exportación de metales portugueses o españoles para su País.

Entre la bella japonesa y el caballero inglés sin darse apenas cuenta, surgió un apasionado romance que guardaron en secreto y solo fue posible disfrutar en contadas ocasiones que coincidieron en el Hotel, con miedo de ser descubiertos por el marido y la venganza que este pudiera urdir.

Al finalizar la contienda y gracias a sus contactos, Smith consiguió localizar a su bella japonesa, dado que ella no podía abandonar a su esposo, acordaron coincidir 1 vez al año, siempre en la misma fecha, en aquel Hotel donde se habían conocido.

Un año O-Cio no asistió a su cita,el siguiente año tampoco lo hizo pero él fiel a su palabra de gentleman no había dejado de asistir año tras año convirtiéndose, al contrario que en la leyenda, en un Ulises que espera a una Penélope que nunca podrá regresar ya que le esperaba en otro destino.

Los dos se miraron estaban sin palabras, era la historia de amor y lealtad más bella y triste que habían escuchado. Si antes el personaje les parecía peculiar ahora sentían admiración por él.

Acordaron con el camarero, no sin dejarle antes una propina, que les llamaría los próximos años para informales de la asistencia del personaje a su cita, no querían perderse el final. Dos años fue fiel al día y lugar señalado, el tercero les informó que Smith no había asistido porque por fin había salido al encuentro de su amada en el nuevo destino.

Marta y Jaime se miraron y sonrieron cómplices, sabiendo que los enamorados estarían juntos,  por fin, toda la eternidad.

Muito obrigado




UN CUADRO Y UN MINIRRELATO

LA FOTOGRAFIA: Hotel Bussaco
EL CUADRO: una de las obras de JAMES HART DYKE "el pintor de los espías"
MUSICA: Fado Portugués interpretado por Amalia Rodrigues

Todo encontrado en Internet










jueves, 30 de abril de 2015

LA MALDICIÓN DEL CONTRABAJO


A mi me lo contaron, quien sabe si es verdad o fruto de la imaginación de un buen vendedor, juzguen ustedes.

Soy Willian, un día cualquiera, de cualquier mes, vagaba entre viejos objetos, ropa, zapatos que sus dueños querían perder de vista lo antes posible, en el Mercado de Pulgas de Brooklyn. No se en que momento atrajo mi atención el enorme estuche viejo y ajado de un contrabajo. No solo era aquél bártulo el que me atraía, eran las manos de quien lo sostenía.

Me acerqué al hombre, un negro alto de gran porte a pesar del aire de derrota que le acompañaba.  Tenía aún el porte de quien esta acostumbrado a ser el centro de miradas.

Al principio me ignoró con cierto desprecio que hizo que me interesara aún si cabe más por él.

Le pregunté si vendía aquel estuche. Me miró fijamente y sin apartar los ojos de mí contesto, casi escupiendo las palabras,-si, lo vendo y el contrabajo también. Sólo me ha traído problemas- y comenzó a relatarme su historia.

Se llamaba Charlie y había sido contrabajista de jazz, eran los buenos tiempos y aún estaba casado con Elise, todo funcionaba perfectamente y eran todo lo felices que se podía ser en aquellos tiempos hasta que compró aquel maldito instrumento que cambió el rumbo de su vida.

Alternaba tocando en varios garitos de jazz de la ciudad, incluso llegó a hacerlo en el "Village Vanguard" en la 178 th Ave, pero todo cambió.  Fue enamorándose de aquel instrumento, cada vez le costaba más separarse de él, se volvió más y más adicto. Era como acariciar el cuerpo de una mujer que lo tenía embrujado.  Tocaba y tocaba sin parar, corría de un local a otro y sin pausa, pulsaba sus cuerdas. Pasaba todas las noches entre humo y copas acariciando aquel esplendido cuerpo de mujer que tenía entre sus manos.

Llegaba a casa entrado el día, exhausto y borracho y al final Elise no pudo más y le abandonó y alguien le contó que no pudo con su tristeza y que acabó quitándose la vida por lo que él arrastraba un sentimiento de culpa.

Él, como podía ver, estaba solo, triste y derrotado ya ni tan siquiera sus manos podían acariciar aquel bello cuerpo de mujer encerrado en el  embrujado contrabajo que arruinó su vida.

Compré aquel viejo contrabajo como pago a la historia que me contó; duerme recostado en la pared de mi salón esperando el día que reúna el valor suficiente para tocarlo.


UN CUADRO Y UN MINIRRELATO

El cuadro:"Música Contrabajo" de Patxo Crucela Olalde

La música: "Olé" John Coltrane

miércoles, 22 de abril de 2015

ABUELA CUENTAME UN CUENTO


 -¡Abuela! cuéntame un cuento.
  -Pero, niña, ¿otra vez?-contestó la abuela, -si, por favor abuelita, cuéntame un cuento.

  La abuela no pudo negarse a los deseos de su nieta y, por unos segundos, detuvo su labor, entornó los ojos y paralizó el balanceo rítmico de su mecedora.

Parecía que aunque su cuerpo seguía allí, ella se había marchado muy lejos; en efecto así era.

Estaba en el País Fantástico, ese lugar donde los sueños son reales y del que tantas veces había hablado a su nieta. Donde, día tras día, robaba historias que luego le relataba mientras la niña la miraba con su cara de asombro.

-¡Abuela, cuéntame un cuento, porfa, no te hagas de rogar!

Esta última petición sacó a la abuela de su ensueño y volviendo a la realidad comenzó a balancear su ya vieja mecedora, las nervudas manos volvieron a tomar vida y siguieron tejiendo la interminable manta que siempre cubrían sus piernas. Con su voz de contadora de historia empezó a desenredar la trama del cuento que en esta ocasión había rescatado del País Fantástico para su nieta.

Día tras día, la abuela fue desgranando historias que había oído a sus abuelos y éstos de los suyos… y sin darse cuenta inició a la pequeña en ese mundo de relatos unas veces fantásticos y otras casi tan reales como la vida misma.


La niña dejó de ser pequeña pero no dejó de soñar. Su abuela ya no estaba para contarle sus historias, se había retirado finalmente al País Fantástico, donde éstas moraban, pero no sin antes dejarle un último regalo: le descubrió los libros y el mundo mágico que contienen. Desde entonces, hasta en los peores momentos, siempre le acompañaron, se hizo bibliotecaria para estar cerca de ellos, no ha dejado de leer y ahora escribe cuentos.


UN CUADRO Y UN MINIRRELATO
El cuadro: "Abuela y nieta" de Anna Ancher



miércoles, 1 de abril de 2015

ERA PRIMAVERA

Era primavera, lo recuerda bien, cómo iba a olvidarlo si aquel momento cambió su vida. Recordaba cada instante, cada detalle del día en que le conoció; la ropa que llevaban, el perfume que exhalaban, sus miradas cruzadas, el temblor de su cuerpo al verle, el calor abrasador que le inundaba en cada roce casual de su piel cuando le acompañó. Ha olvidado las palabras que se dijeron, pretextos, meras excusas para justificar ese café que se debían tras largas conversaciones telefónicas y que nunca pensó que iba a trastocar su monótona vida. Qué importaban aquellas palabras que nada decían cuando tenían sus miradas que lo decían todo; qué importaba lo que les rodeaba, el escenario no fue idílico, ellos no lo veían.  Supo al instante que su vida era una mentira, que tal vez nunca estuviera junto a él, pero debía hacer un alto en el camino y cambiar su modo de vida. Ahora tenía la certeza de poder sentir.

No se dijeron nada y se dijeron todo. Tras aquel primer encuentro hubo otros muchos hasta que no pudieron separarse. Quedaron unidos y así llevan miles de días, cientos de noches y  vendrán más.

UN CUADRO Y UN MINI RELATO
Cuadro: "El Beso" de Gustav Klimt



jueves, 19 de marzo de 2015

DE PADRES Y MADRES...

Hace tiempo que ella se marchó sin poder despedirse, él, desde entonces, anda cada día más perdido rebuscando entre sus recuerdos. Yo prefiero rememorarlos, una y mil veces, en esas fotos en blanco y negro en que iniciaban su proyecto de vida en común. Siempre me han gustado esa fotos, desde pequeña, cuando mi madre nos quería mantener entretenidos y nos dejaba junto con una caja que se me antojaba inmensa, de cuentos, los preciados álbumes de fotos. Mientras ella terminaba sus quehaceres, yo soñaba...


Cuando miraba aquellas fotos, imaginaba que mis padres eran estrellas de cine de las películas que año tras año repetían las carteleras: Casablanca, Vacaciones en Roma... como cualquier niño eran mis ídolos, los encontraba tan guapos, con tanto estilo; estaban tan llenos de vida, de alegría, de planes, el director había dado el grito de acción y comenzaban a rodar la película de su propia vida.

Y aquí estamos nosotros, puede que no seamos lo que habían soñado pero seguro estarían orgullosos -qué padre no lo está- y siguen existiendo en nuestros recuerdos y en el mejor legado que podrían dejarnos: la ilusión y alegría de vivir, de sonreír cada día; el amor y la ternura que recibimos a manos llenas y que debemos trasmitir a nuestros hijos, a sus nietos; la inquietud por aprender, por crecer, por ser mejores; el respeto hacia todo y todos, hacia lo distinto y lo diverso; a no tirar la toalla jamás porque siempre hay una salida, con ellos nos sentimos siempre seguros.

Si alguna vez ando perdida o rebusco entre recuerdos, ojalá logre encontrar estas fotos y este pequeño homenaje para no olvidar de dónde vengo y todo aquello que me enseñaron. Agradecimiento eterno.

domingo, 8 de marzo de 2015

CON NOMBRE PROPIO






No penséis que soy una desagradecida, muy al contrario, creo que ya he abusado demasiado de vuestros nombres aunque no haya sido por iniciativa propia.

Agradezco a cada uno de vosotros que me abristeis  puertas en algún momento de mi vida, en otros tiempos.

Siempre fui la nieta, la hija, la sobrina, la esposa, la madre, la compañera, la amiga, la pareja... de cada uno de vosotros; Una tarjeta de visita que llevaba indexada a mi currículum vitae.

No reniego de vosotros, muy al contrario os quiero, pero creo que después de todos estos años en los que he estudiado y me he formado, he trabajado en cargos de responsabilidad, he viajado y soñado, con ascensos y descalabros; he sufrido cambios de mil tipos, me casé y me divorcié, dejé atrás mi ciudad, fui madre y padre a la vez; sorteé piedras en el camino y otras ocasiones tropecé con ellas y aunque siempre me gustó estar en segundo plano, pienso que me he ganado por mérito propio un sitio en la sociedad y que aprendáis mi nombre. Por favor llamadme Aurora, gracias.

PD. Creo en la igualdad de oportunidades. Algo funciona mal en esta sociedad si necesitamos un Día Internacional de la Mujer, si se nos tiene que recordar que hay mujeres que no tienen acceso a la educación, a la libertad por la que lucharon otras. No estoy frente a los hombres en esta lucha si no a su lado para conseguir un mundo mas justo y mejor.

(autoría de la foto desconocida encontrada en las redes)