TIEMPO DE CARRERAS

TIEMPO DE CARRERAS

La cercanía de la San Silvestre me hace reflexionar, vivimos tiempos de carreras.

Cualquier faceta de nuestra vida se convierte en una competición, en prisas, en llegar el primero.

Nos convertimos en sprinters; competimos hasta contra nosotros mismos, tenemos que ser los primeros en todo, la inmediatez se apodera de nuestra vida, nos invade, nos conquista.

Seremos los primeros en colgar una foto que desvele nuestra fingida realidad, el primero en decir "me gusta" en redes, el número uno en contestar al grupo de whatsapp...

No tenemos suficiente con la velocidad de nuestro paso y nos desplazamos cada vez vehículos y artilugios más rápidos.

¿Pero a dónde queremos llegar con tanta celeridad? ya no cocinamos a fuego lento, usamos ollas rápidas; no tenemos paciencia para alcanzar nuestros deseos , los tomamos hasta por la fuerza.

¿Para qué corremos? creo que ni tan siquiera nos lo hemos planteado ¿por vivir al límite, para obtener descargas de adrenalina continúas?

Correr tanto nos impide contemplar lo que nos rodea desde la ventanilla abierta del  tren de nuestra vida, saborear los instantes como si fueran únicos e irrepetibles, disfrutar del paisaje,  los sonidos,  los olores...

Os deseo un feliz y enriquecedor viaje a través del 2020 lleno de nuevas experiencias y sensaciones, cocinadas a fuego lento y saboreadas como delicias.

MOMENTOS

Venimos arrastrando un estado de irritabilidad máxima.  Protestamos por todo. Criticamos cualquier decisión sin construir o aportar soluciones.  Queremos una cosa y todo lo contrario.  Gruñimos cada vez que las cosas no ocurren como nosotros deseamos.  Estamos instalados en un malhumor continuo que nos impide ver todo lo que tenemos, lo que hemos sido capaces de construir, de alcanzar a nuestro alrededor.  Sé que la vida no es de color de rosa, consiste en resolver, o no, los obstáculos del camino pero que nunca consigan impedirnos el seguir.  También se que el conformismo no lleva a ninguna parte, no conduce a nuestras metas pero la actitud negativa ante todo, tampoco.

Sentémonos juntos, hablemos, dialoguemos abiertos de mente y corazón, debatamos desde el conocimiento profundo de las cosas. Dediquémonos tiempo a nosotros y a los nuestros, disponemos de poco y por eso es nuestro mejor regalo, riamos, riamos mucho. Construyamos nuestros momentos, almacenemos sensaciones, experiencias.  Guardemos en un rincón de nuestro ser aquellos instantes plenos que nos acompañaran siempre, con ellos el transcurrir será mucho más llevadero e incluso nos conducirá a ese estado que algunos dicen es la felicidad.  Os deseo miles de esos momentos.

CUADRO "La alegría de vivir" Matisse